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Puede ser que pienses que estaría bueno meditar un poco más, o llevar una dieta más equilibrada en distintos tipos de alimentos, pero que al momento de tomar acciones para acercarte a estos objetivos encuentres dificultades.

Los hábitos que queres para tu vida no se consiguen de un día para el otro. Puede ser que pienses que estaría bueno meditar un poco más, o llevar una dieta más equilibrada en distintos tipos de alimentos, pero que al momento de tomar acciones para acercarte a estos objetivos encuentres dificultades.

Es super normal.

Tal vez, la forma en que te estés planteando estos objetivos sea parte del problema.

Por ejemplo, muchas veces podes creer que hay que hacer las cosas de un día para el otro, o que, si un día no funcionan, entonces ya no servís para eso, no te sale, no sos suficientemente buena, y entonces desistís.

Todas estas trampas que te pone tu mente pueden superarse.

Por supuesto no es fácil, e insisto, no se consiguen de un día para el otro.

Pero al tomar consciencia de que todo cambio en la vida debe hacerse de forma gradual y escalonada, ya la mente reduce mucho su juicio, y puede ser más fácil para vos no caer en sus trampas.

Entendamos en este punto algo básico del Mindfulness que siempre intento transmitirte: NO SOS TU MENTE.

Dicho todo esto, quiero compartirte los 5 hábitos que más me ayudaron a mejorar mi vida en los últimos años, porque en su conjunto, cambiaron mi forma de ver las cosas en el mundo, y hasta podría decir, que cambiaron mi vida.

Y no lo digo con liviandad.

El 40% de nuestra felicidad está determinada por las actividades deliberadas que hacemos cada día, y según Sonja Lyubomirsky muchos de estos hábitos son práctica diaria de las personas que mejor puntúan en las escalas de felicidad de sus investigaciones. 

La meditación y el estado feliz de tu mente:

Empece a meditar a los 22 años.

Siempre digo que si hubiese descubierto la meditación en mi adolescencia, esos años serían hoy un mejor recuerdo – levanta la mano conmigo si tuviste una adolescencia un tanto turbulenta.

Y es que bueno, la meditación fue el primer hábito que incorporé a mi vida y comenzó a transformarme.

Hoy soy instructora de meditación y me dedico al Mindfulness, así que podrás imaginar lo significativo que es para mí por haber mejorado mi vida INFINITO.

Meditamos por el planeta en el Arte de Vivir

Y hoy es algo que hago cada día, pero al principio no fue así.

El recorrido es parte del disfrute.

Durante un tiempo mi meditación era algo más recreativa, lo hacía algunas veces por semana para dar un descanso a mi mente, en grupo, siempre acompañada.

Con el tiempo quise profundizar, hice retiros de silencio, otras prácticas espirituales con conocimiento muy profundo, y hasta me fui a la India a ver que había allí para mí.

Luego algo se fue estabilizando.

Encontré la forma de integrar mis prácticas espirituales con mi práctica clínica, empecé a estudiar Mindfulness e incorporé la meditación a mi estilo de vida con cotidianidad, pero sin dedicar TANTO tiempo cada día a ello.

Actualmente hago una o dos meditaciones diarias, de aproximadamente 20 minutos, y cuando puedo me escapo a algún retiro de unos días para darle un descanso más profundo a mi mente.

Eso sí, en épocas de mayor estrés o cuando me siento más vulnerable, intensifico mi práctica un poco, y eso me ayuda a estar más fuerte para atravesar esos momentos.

Ejercicio físico:

Hoy es un MUST en mi vida, pero no siempre fue así.

De hecho, desde que terminé el secundario en 2009 hasta los 25 años casi no hice ejercicio.

Pero a esa edad (que fue cuando empece a profundizar más en mi camino espiritual) decidí probar con clases de yoga y me enganché.

Luego cuando viajé a estudiar en Barcelona, conocí uno de los lugares más hermosos que puede haber para hacer ejercicio.

Después de entrenar con el grupo en 2018

Y es que para incorporar algún hábito que al principio no te gusta tanto, es importante que busques la forma de hacerlo agradable.

Mi primera Personal Trainer tiene un pequeño estudio en Barcelona con unos 20 a 30 alumnos, mayormente mujeres, que nos íbamos cruzando en clases de 6 a 8 personas.

Bastante cute.

Así se va armando comunidad lo cual motiva mucho la asistencia, ya que te da ganas de ver a las compañeras que te empujan a dar lo mejor de vos misma en ese terreno.

Desde ese entonces no siempre mantuve la misma constancia.

Darling, que NO soy Wonder Woman.

Pero sí es verdad que fui aprendiendo esto del cambio INCREMENTAL, y que siempre que por X razones mi frecuencia de entrenamiento disminuye, puedo recuperarla a la frecuencia deseada según mis objetivos.

Alimentación Consciente:

La alimentación siempre ha sido un tema difícil para mí.

De pequeña veía tanto a mi madre como a mi padre llevarse algo dulce a la cama bien tarde después de comer.

La perdición.

Si te digo que hasta los 18 años además no comía ni tomates, ni verdes ni prácticamente nada, ya podes ir haciendo una imagen de una niña/adolescente que comía sólo milanesas con puré y volvía loca a su madre.

Pero en un experimento de un curso a los 24 años, me desafiaron a ser vegetariana por unos días, y experimentar cómo se sentía mi cuerpo.

Me sentí bien: liviana y explorando nuevos sabores (porque claro, hasta ese entonces comía sólo dos platos).

Desde entonces, no volví a comer carne con regularidad.

Pero lo que empezó a cambiar en mi vida de forma relevante, fue mi relación con la comida.

Empecé a tomar consciencia de los alimentos que incorporaba, cuándo y por qué los elegía, y ese es el verdadero cambio del que quiero hablarte.

No hay que hacerse vegetariano para llevar una dieta más consciente, ni te empujo a que lo hagas.

Pero la Alimentación Consciente te invita a relacionarte con la comida de una forma más saludable, a conectar con tu cuerpo de manera amorosa, y elegir mejor qué comer en función del contexto.

La principal diferencia con una película en el cine, es que quedar enganchadas en las historias de nuestras vidas significa vernos atrapadas por una emoción, un pensamiento o un comportamiento defensivo.

En lugar de ser espectadoras de los conflictos internos de cierto personaje en una trama ajena, somos nosotras las personajes principales de la película en nuestro interior.

Un Sneak Peak de mi expertise en la cocina

Visualización Creativa:

Hacer visualizaciones es un hábito que incorpore en mi vida hace poco más de un año.

Y lo super recomiendo.

Como toda nueva habilidad, tiene su jugo y requiere de práctica para exprimirlo.

Nuestra capacidad para imaginar puede entrenarse.

A veces creo imágenes en mi mente que me mantienen en el camino que necesito para mi vida, y otras las uso para quererme más y aceptarme.

A veces voy atrás, y a veces voy hacia delante.

Pero este concepto de la visualización no es tan New Agey como suena (aunque confieso que lo New Agey también me va bastante).

De hecho, muchas investigaciones se apoyan en el concepto de imagery de la psicología cognitiva de los años 70, y respaldan el poder del uso del ojo de la mente (como lo llamaba Lazarus).

Hacé una práctica de visualización creativa guíada por mí para construir un día dentro de Tu Mejor Vida en este link.

Practicar la Gratitud:

La gratitud es una emoción precursora de la felicidad.

Cuando comencé a tomar consciencia de todo lo que había en mi vida y que daba por hecho fue instantáneo.

Una cosa llevó a otra.

La meditación fue muy importante en mi camino hacia sentirme agradecida con la vida.

Pero además de estar más conectada con esta emoción que otro tiempo atrás, en los últimos años empecé a dejar por escrito algo por lo que me siento agradecida cada día.

Dicen que la gratitud es la memoria que se almacena en el corazón y no en la mente.

Y tener un diario de gratitud, o un cuaderno de escritura terapéutica donde cada día terminar con algo por lo que te sentís agradecida puede cambiar tu vida y mucho.

Siempre hay razones por las que celebrar y agradecer.

Por estar en algún lugar bello, con alguna persona especial, o incluso por la comida de cada día.

Agradecer abre tus sentidos y tu consciencia al máximo.

Ejercicio para casa:

Por eso, y para terminar este artículo, quiero que hagas este ejercicio por una semana.

7 días, 7 frases, palabras o dibujos.

Inspírate.

Conecta cada día, al final del día, con algo por lo que te sientas agradecida.

Por ejemplo, incluso, “aunque fue un día demasiado caluroso, agradezco tener aire acondicionado y ventilador para refrescarme si lo necesito”.

Vas a ver cómo entrenando el músculo de la gratitud, van a ir saliendo cosas cada vez más lindas.

Te dejo con vos misma deseandote que te disfrutes con el ejercicio.

Y si te trabas o necesitas ayuda, estoy a un clic de distancia.

Con amor,

Katu.

Katia Rosenbaum

Psicóloga especialista en Gestión Emocional y Mindfulness.

Máster en Neurociencias de University College London.

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Quiero compartirte algo:

Hace poco creé un Taller Práctico para dejar de darle vueltas al cocoaunque ya lo hayas intentado todo.

Hace poco creé un Taller Práctico para dejar

de darle vueltas al coco aunque ya lo hayas intentado todo.

Recibilo ahora mismo junto a mis pepitas de conocimiento sobre psicología, emociones y Mindfulness.

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En mis cartitas te ofrezco mis programas o servicios.

Si te cansás,te das de baja en un segundo.

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